Ayer se vio a un hombre llevando la cabeza de su mujer en una canasta en la frontera de Ica y Huancavelica . El asesino de iniciales G.a.L.L.O. mató a su esposa en su natal Arequipa p
or ser estéril, y siguió tratando el cadáver de su esposa como si fuera una gallina. Testigos anónimos afirman que el asesino partió a su esposa porque
no entraba completa en la canasta, y ahora recorre el Perú en busca del
gallinero prometido. La misma suerte corrieron algunas mujeres del pueblo, la mayoría asesinadas por oler a gallina. Se dice que el hombre adquirió este retorcido hábito después de la visita de turistas extranjeros, que lo introdujeron al gran arte del consumo de
metan-fetaminas checoslovacas. Los hijos del criminal huyeron de casa excepto el menor F.G.T. (10) que fue disecado por su padre. Se espera ahora que las autoridades se hagan cargo.
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